jueves, 17 de diciembre de 2009

la busqueda del mineral


Los cateadores proyectaban la travesía por el desierto según sus recursos; los de mayor capacidad económica y aquéllos financiados por capitalistas o casas comerciales se preparaban para salir por uno o varios meses, llevando un cierto número de peones, además de mulas y asnos cargados con víveres, agua, leña y herramientas. Los de condición menos holgada, se marchaban por una semana, cargando una mula o un asno con una botija de agua y un saco de harina tostada, higos y tabaco. Aquellos que ni siquiera eran dueños de un animal de carga, realizaban sus expediciones a pie, llevando sobre sus espaldas lo necesario para la subsistencia.

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